Diciembre de 2019, he determinado, después de muchas idas y venidas, de días hostiles y días de aparente calma, que, en definitiva, no estoy al 100 de mí. … y bueno, que puedo decirles…. No me siento yo. No vibro cómo quiero vibrar…. Es tiempo de replantear.
Entonces, pues bueno, fin de año, brindis familiar, melancolía, anhelo, expectativas… vamos bien. Enero 01 de 2020, energía a tope, familia reunida y en armonía. Qué nos íbamos a imaginar que después no podríamos abrazarnos.?
!Segunda semana de Enero de 2020. De vuelta a sentirme en rutina, sin motivaciones, sin anhelos profesionales, sin sentirme a gusto. ¡Pero qué rayos!
En una de esas mañanas que la mente no entendía el por qué debía seguir en el día a día haciendo lo mismo, sin sentirme a gusto, recordé que hacía más o menos unos tres años había considerado crearme un blog y desahogar mucho de los pensamientos e ideas que venían a mí. Pero esto siempre lo vi como algo allá, lejos, innecesario, irracional… que no era para mí.
Pero, ¿y qué tal si finalmente sí?
En fin, sacudón a la cabeza, organizar los documentos, agarrar el portátil e ir al turno de trabajo… ir a trabajar. *Hago un paréntesis aclaratorio en el sentido de que siempre me sentí afortunada de tener trabajo.* Y es que, es muy común del tipo de eneatipo que soy, una muy determinada tipo 5, que solemos hacer los análisis más al detalle de las cosas que queremos hacer. Manejamos toda la teoría posible sobre un tema, pero de acción…nada. Y en contraprestación al no actuar (reaccionar) nos llegamos a sentir fastidiados, víctimas, incomprendidos…y de vuelta a reforzar el caparazón.
Si les interesa conocer un poco sobre eneagrama, aquí les dejo el dato.
Yo considero que me hizo mucho bien, pues para entenderme, amarme y mejorar algunas conductas, siempre viene bien primero tener conciencia de quienes somos.
Usualmente mis escapes se dan en forma de viajes; Pues bien, no iba a ser este momento la excepción. Entablando una conversación con un amigo especial que vive en Europa, he decidido ir a visitarle, para desconectarme y encontrarme. Estando allí en Italia, las reflexiones que me permití hacer han sido diversas y sanas. Asumo la responsabilidad sobre mis propias decisiones. Me encuentro aceptando que soy co-creadora (acuño esta expresión de Borja Vilaseca) de mi vida. Me urge encontrar dentro de mí la respuesta a la pregunta: “Para qué sirvo?”. Es eso lo que necesito, me digo en silencio, creer en mí, establecer qué tipo de herramienta soy. Y es que no me define mi trabajo, me define la pasión que siento por él y las perspectivas de cambios sociales que percibo se pueden lograr a través de ser parte de esa área de trabajo. Yo misma soy un ejemplo de todo lo que se puede lograr en la mente de una persona cuando, como dicen los españoles, va a por ello.